La presión de Inglaterra sobre Kellogg fue marcada

El autor confirma la noticia de que efectivamente las declaraciones de Mr. Kellogg se dieron bajo la presión que ejerció el gobierno de Gran Bretaña. El general Álvaro Obregón había declarado que lo dicho por Mr. Kellogg le resultaba sospechoso y que probadamente el gobierno inglés estaba atrás de todo esto y efectivamente tenía razón. Se sabe que varios miembros de la administración norteamericana estaban en contra de lo que iba a emitir el ministro de Estado, pero es tanta la presión que a diario ejercen sobre él los ingleses, que tuvo que ceder. Mucha gente del pueblo americano está en contra de Mr. Kellogg y lo acusan de haber obrado mal y en contra de los verdaderos sentimientos del pueblo. Existen muchas dudas en cuanto a la permanencia de Mr. Sheffield como embajador. William Green, presidente de la American Federation of Labor, envió un telegrama en donde señala que los trabajadores americanos se solidarizan con México, califican las declaraciones de Mr. Kellogg como poco simpáticas y no las apoyarán, tampoco están a favor de cualquier acción que tenga como fin la intervención en México. La esposa del presidente, Natalia de Calles, que se encuentra en la ciudad de San Diego, California, le dio su opinión respecto a este tema a un periodista; ella piensa que nuestro a país siempre se ha dirigido amistosamente hacia los Estados Unidos, ya que le interesa que las relaciones entre ambos se solucionen; aclara que aunque las mujeres mexicanas no participan directamente en la política, ella concuerda con lo dicho por William Randolph Hearst. Se sabe que ha llegado a la prensa neoyorquina un comunicado en donde se señala que Mr. Sheffield regresará a la ciudad de México el primero de julio, llevará como misión entregarle al gobierno mexicano una nota en donde se muestra cómolas leyes agrarias mexicanas han afectado a los ciudadanos americanos.