Agrarismo y civilización

Las declaraciones del nuevo Presidente de la República, acerca de su programa agrario se han comentado favorablemente. Sin embargo, no han faltado personas que afirmen que no hay problemas agrarios, debido a que existe poca población y mucha tierra sin cultivo, pero la realidad es otra, porque tenemos poca tierra buena, y mucha tierra mala, así como numerosa población en la miseria. Desde el punto de vista agrícola, la pobreza se ha incrementado causando que se importen granos, y está es una de las razones a la cual se atribuyen la mitad de nuestros males. A pesar de nuestras limitaciones, se señala que el porvenir inmediato de nuestra patria está en la agricultura, pero esto no permitirá que jamás lleguemos a ser potencia de primer orden. Cabe señalar que es fundamental considerar que nuestra riqueza hasta hoy, ha sido esencialmente minera y esto ha dado origen a la creación de colonias. Pero, para cambiar esta situación, se requiere conservar siempre presente que es en la agricultura, donde podrá cimentarse el futuro de una patria verdadera. Por lo cual, se señala que la base de una agricultura realmente eficaz, se reduce a : a) Justicia (en el reparto) y, b) Ciencia (en la producción). Debido a la carencia de esto, nuestra agricultura no ha podido prosperar. En consecuencia, se señala que no basta dar las tierras, sino es menester hacerlas producir, así como también se requiere de definir con precisión las condiciones de la propiedad y de los derechos del agricultor. Para esto, es necesario que desaparezca el latifundio de una manera definitiva y por medios legales, ya que son los únicos firmes. Por tanto, se señala que lo importante es salvar la pequeña propiedad de la tierra, ya que representa la independencia del productor, la libertad individual fundada en el trabajo. Asimismo, se debe de considerar que en cada caso de equidad y de interés colectivo, se encuentran siempre las más eficaces