La incapacidad legislativa.

Cuestionan que desde la promulgación de la Constitución de 1917 el Poder legislativo se ha dedicado principalmente a ser un cuerpo político y electoral ya que si bien los diputados y senadores pertenecen a algún partido político en estas épocas de elecciones las Cámaras se convierten en escenarios de riñas, peleas, traiciones y de la formación de grupúsculos que solo quieren acceder al poder, dejando de la lado la tarea legislativa que debería ser su principal preocupación. Todo esto provoca que haya un gran desorden legislativo, no hay buena legislación ya que todo son “remedos” y no sirven de mucho.