La infamia de Hearst es por un latifundio

Informan que toda esta actitud del magnate de la prensa Mr. Hearst se debe a la “Bavicora Development Co.”. Para explicar de qué se trata hacen un recuento de este latifundio del estado de Chihuahua, comienzan diciendo que dicho estado es propiedad de cuatro personas, una de ellas es Jesús E. Valenzuela De ahí mencionan que el padre de Hearst por ahí de 1885 conoció al Cantón Degollado y visitó el extenso territorio de Chihuahua, invirtió su capital y se hizo de muchos miles de hectáreas, aprovechando la legislación porfiriana se creó la “Bavicora Development Co.” Cuya escritura está en el Registro Público de la Propiedad del Distrito de Guerrero con fecha 20 de octubre de 1910. En la Secretearía de Agricultura están los formidables datos en cuento a la extensión que tenía esta propiedad, la cual alcanzo ciento treinta mil novecientas cuarenta y tres áreas, tamaño mayor a Rhode Island. Estos terrenos procedían de la concesión de Jesús Valenzuela y quedaron afectados por la nulidad de la concesión y a la sociedad anomia quedo sometida bajo la Constitución de 1917. De ahí que no querían que los gobiernos mexicanos analizaran esta enorme propiedad. Una vez que el magnate fue interrogado al respecto por el senador Robinson, Hearst pretendió evadir el tema pero obligado solamente mencionó que eran unas propiedades que valdrían unos tres o cuatro millones de dólares. Siguiendo con esta investigación compareció ante esta comisión Edward H. Clark gerente general de los bienes de Mr. Hearst quien menciono que él fue el encargado de comprar los documentos falsos de manos de un americano hombre de negocios que vive en México y del cual dirá en un futuro su nombre Mencionan que de acuerdo a la Constitución de 1917 la compañía “Bavicora” estaba condena a desaparecer y Hearts creyó que con ser adulador sus propiedades no sufrirían ningún acoso, pero al verse desprotegido comenzó con su agitación en contra de México, todo con tal de no perder su latifundio que es más grande que Rhode Island. El mismo Clark escucho de su jefe decir que tenía muchos planes para sus propiedades en Chihuahua, sin embargo visitó otros estados de la república y en veinticinco años no ha visitado dicha finca.