Fuera del Gobierno hay más revolucionarios de lo que alguns suponen.

Publican la respuesta que Luis Cabrera le dio a Marte R. Gómez en relación a las imputaciones que anteriormente le había hecho. En su carta fechada el 11 de octubre Luis Cabrera da punto por punto respuesta a lo que Marte R. Gómez menciono en una discusión parlamentaria. Lo que le achacan es: Que en su despacho se gestan amparos contra las dotaciones de ejidos, que se neutralizan las leyes revolucionarias, se incuban las sentencias que han desprestigiado a la Suprema Corte y que no es revolucionario y que ha renegado de sus principios. Sobre el primer punto Cabrera responde que él seguirá tramitando amparos contra dotaciones de ejidos cuando estas respondan a intereses bastardos y se busque atacar a pequeños propietarios, menciona que defenderá la ley agraria del 6 de enero de 1915 no a favor de los terratenientes sino contra los agitadores políticos. Sobre el punto dos menciona que es muy difícil saber cuando un abogado pasa a ser de revolucionario a conservador, el siempre se ha mantenido fiel a sus principios y dice que el revolucionario ya debe dejar de lado su atapa destructiva y pasar a la reconstructiva. Sobre el tercer punto Cabrera califica de ingenua la suposición de que en su despacho se incuben sentencias en contra de la Suprema Corte de Justicia. Menciona que el Alto Tribunal de país tienen un prestigio ganado a lo largo de una compleja y silenciosa labor que la mayoría de la gente desconoce, por ahí pasan diariamente miles de fallos por qué lejos de estar desprestigiada la Suprema Corte realiza una gran labor, a pesar de que cae en errores esto no demerita su gran labor. Sobre el punto de que no es revolucionario y que reniega de sus principios. Luis Cabrera responde que es muy difícil en estos tiempos demostrar si se es revolucionario o no, es constante que una persona pase de revolucionario a reaccionarios o viceversa en unas pocos días. Por lo tanto a él lo único que le toca decir es que sirvió a la Revolución, fue leal a ella y sigue defendiendo los principios que poco a poco fueron delineados para servir de precedente a la Constitución de 1917.