El proceso de Juan Escapulario.

Desmiente las noticias de que el asesino de Obregón hubiera sido también asesinado, rumores que, para el diario español, propaga el clero y la ultraderecha española y mexicana: `.... No ha habido sevicia, ni vejamen, ni justicia rápida y clandestina. Plutarco Elías Calles, considerado como tirano...., es un gobernante que tiene sobre sí el arduo deber de defender la revolución contra las acometidas de toda laya.... Ha de tener, para no sucumbir ante la violencia y la felonía enemigas, mano de hierro y espíritu dictatorial.... Pero a la dictadura mejicana, dictadura ocasional, que abre cauces al ejercicio de la ciudadanía, que adecúa la represión a la rebeldía, no puede hacérsele el reproche de su clandestinidad.... Es preferible una dictadura desaforada, injusta y cruel a una dictadura sin publicidad.... Publicidad equivale a responsabilidad.... Plutarco Elías Calles, de oriundez civil bien destacada, antiguo maestro de escuela, que saltó de la plataforma magistral a la lucha violenta al ver cómo el asesinato de Madero ponía en peligro la revolución, es un dictador que no rehuye la responsabilidad ni la publicidad. El asesino de Obregón va a ser juzgado por un Tribunal civil, sin restringírsele en una tilde el derecho a su defensor.... Va a ser juzgado con todas las garantías, ante los periodistas mejicanos o extranjeros que acudan a testificar ante el mundo la verdad de los debates judiciales desarrollados, a puerta abierta.... Los correligionarios de Pedro Arbués y de fray Tomás de Torquemada tendrán que buscar otros argumentos que los de pintar como inquisitorial a la justicia mejicana para denigrar a sus gobernantes.` Durante los días y meses siguientes, El Liberal va a cubrir muy bien lo que ocurre en México, desde el ámbito político y de la sucesión presidencial hasta el del juicio a los culpables del asesinato. De hecho, le dedica varios editoriales, como `Méjico ante la muerte de Obregón. No peligra la obra revolucionaria` (10/agosto, p. 1).