Religión y libertad.

Ataque furibundo a Calles, enfermo de maldad y de sovietismo: `El presidente Calles, encarnación mejicana del ímpetu ancestral, avasallador y dominador, define, con dictatorial suficiencia, lo humano y lo divino. Su omnímoda voluntad personal de mando infalible le sitúa por encima del tácito acuerdo que se llama 'Tolerancia' y en el cual culmina ese concepto de la libertad, que es la más preciada conquista de la moderna civilización. Su personalísimo punto de vista le ha conducido al abismo de la intransigencia. Su mal ya no tiene remedio. Dios ciega a los que quiere perder. Y hoy Méjico. arrastrado por la peligrosa trayectoria de Rusia y sus derivaciones.... Frente a la locura fanática del sectario que llega a atropellar la libertad ajena, el manifiesto del episcopado mejicano renueva la buena doctrina cristiana al negar la obediencia a sus crueles perseguidores.... Por cada corazón humano que traspasen las balas de los fusiles de Calles, latirán mil corazones por el ideal que el desdichado pensó destruir.... Un pueblo no es un rebaño.... El error fundamental del presidente Calles -indefectible trayectoria de toda tiranía- consiste en la confusión de estos dos concepptos: mandar y gobernar. Mandar es imponerse. Gobernar es transigir........ ¿Quien manda, manda?... ¡No! Ya no. Esto ni en las tribus salvajes. Y la República de Méjico tiene pleno derecho a un trato de pueblo civilizado que les permita a sus ciudadanos vivir con dignidad....`.