ABC en Méjico.

El articulista advierte la inquietud que ya se percibía en México a un año de las elecciones presidenciales y cómo los tres candidatos guardan aún un mutismo que presagia tiempos difíciles. En el texto aprovecha para calificar a Méjico y a los mexicanos: `.... Méjico es el país revolucionario por excelencia; sus ansias de progreso hacen que su juventud nerviosa no consienta en esperar el adelanto evolutivo. 'Vale más hacer las cosas pronto que hacerlas muy bien', ha dicho un talentoso revolucionario de este país, y quizá en este enunciado se encierre la clave de las inquietudes características de los mexicanos. A ello se debe la falta de normalismo de esta tierra; a ello se debe y al imperioso anhelo de rápido desenvolvimiento la impremeditación y el carácter provisional que tienen muchas cosas por estas latitudes, y a ello, y muy principalmente, se deben las agitaciones que sufre el país en detrimento de su tranquilidad, pero de su bonanza económica, traducida en estos últimos tiempos en bienestar amplísimo de las clases trabajadoras. El tiempo corre veloz en Méjico para todas las actividades políticas, y, cuando un mandatario de la nación apenas comienza a desarrololar su programa, formulado antes de llegar al Poder, ya se le han venido encima las nuevas luchas electorales, que suelen dar al traste con las mejores intenciones.