Campañas periodísticas.

Este diario, órgano de la oficial Unión Patriótica, se convierte en vocero de Primo de Rivera y lanza ataques contra otros periódicos como ABC, El Sol y El Debate. En el caso de este editorial, se refiere al gobierno español de esos momentos como una dictadura benéfica y mesurada y defiende el control que ejerce sobre la prensa: `¿A qué quiere nuestro colega ABC que llamemos quebranto y campaña de quebranto? A los que en realidad lo son, a las representadas por la actitud de una parte de la Prensa española desde el 13 de septiembre [inicio de la dictadura militar] a hoy, unas veces por acción y otras por omisión intencionada. La implantación de un régimen diametralmente opuesto al substituido exige una renovación total de todos los resortes de gobierno, de todos los engranajes que constituían el sistema abolido.... Todas las dictaduras, de derecha o de izquierda, basadas en régimen monárquico o en régimen republicano, lo primero que han hecho siempre ha sido apartar, poner fuera de combate, o sencillamente suprimir, cuanto pudiera estorbar su obra.... La dictadura española, que quedará siempre como ejemplo de comprensión, de liberalidad y de benevolencia con sus propios adversarios, ha sido parca en las eliminaciones, pero ello no quiere decir que no tuviera derecho y hasta obligación de hacerlas.... A ese respeto.... ¿no ha debido de corresponder la Prensa de otro modo....?.... diriamos que decorosamente a los periódicos no les quedaba más que dos caminos: servir resueltamente la causa del régimen desde que se advirtió de un modo positivo que éste estaba sirviendo el interés de la Patria y salvándolo, o desaparecer....`.