La cuestión religiosa.

Sobre las reglamentaciones de cultos y enseñanza, en las que el Poder Legislativo federal ha seguido mansamente las instrucciones del Ejecutivo sin contar con la aprobación del pueblo de México. En particular sobre la educación dice el editorial: `El papel del señor Calles es muy claro: atribuye a la educación religiosa desviada hacia el fanatismo los mayores obst culos para el f cil desarrollo de sus atrevidas teorías sociales... El papel de los católicos es muy claro también: se obstinan en seguirlo siendo y en poderlo ser no sólo libremente, sino extensiva e intensivamente imprimiendo la marca religiosa no sólo a sus actos de vida hogareña, sino también a sus actos en comunidad ¿Cu l de los dos est en lo justo?... por buenas y sabias que sean las teorías de un solo hombre, no otorgan por ellas mismas autorización para imponerlas a toda una república eminentemente contraria a ellas`.