La razón del apostolado.

El autor ataca violentamente al régimen callista y justifica en este artículo las maniobras del magnate y periodista norteamericano con propiedades desde el siglo XIX en el norte del país, William Randolph Hearst, porque representa a todos los que se defienden de los embates de un régimen arbitrario como lo era el emanado del Plan de Agua Prieta. Termina el artículo con el siguiente párrafo: `¿Por qué un periódico como 'The New York World' [de Nueva York] siempre alaba a una administración que chorrea sangre [...]? ¿Por qué el senador Borah, que tan partidario se muestra de la paz, pone los ojos en actitud de éxtasis al mirar las pirámides de cráneos que levantan los sicarios de Plutarco Calles? ¿Por qué los profesores universitarios se olvidan de la civilización y se convierten en pregoneros de la diaria cátedra de salvajismo que están dando los verdugos de Agua Prieta? Los empleados de Calles, que ayer estaban encantados con Hearst, hoy empiezan a volcar sobre él las mayores injurias [...] Los mexicanos, en cambio, debemos tenerles más miedo a los amigos del actual régimen, a los defensores de la Revolución, a los apóstoles del proletariado, porque esos son los que de veras se están llevando el dinero del pueblo.`.