Cómo fueron los desórdenes en la capital tapatía

El presbítero Garibi narra cómo sucedieron los hechos del desalojo del Seminario Mayor y Menor de la ciudad de Guadalajara, Jal., ya que al parecer los corresponsales de los distintos periódicos no han contado la verdad. Comienza su relato señalando que en la tarde, aproximadamente a las seis y media, la Policía de la ciudad hizo acto de presencia en el recinto, solicitando el desalojo por parte de los estudiantes y maestros; sin embargo nadie se quiso salir, de manera propotente los uniformados comenzaron a sacarlos por la fuerza, en ese momento se generó un pequeño connato de agresiones entre ambos cuerpos. El Sr. Garibi se encerró en su habitación y minutos más tarde intentaron sacarlo, pero como se volvió a negar fue conducido con otros seminaristas que se encontraban detenidos. Finalmentealrededor de las ocho y media de la noche fue sacado del recinto y conducido a la Delegación de Policía. Informa que el rector de la institución no se encontraba en el momento inicial del desalojo, llegó al poco tiempo y se mostró orgulloso por como resistían pacíficamente los estudiantes. Por último, el padre Garibi manifiesta que le negaron el recurso de amparo, señala que ninguno de los religiosos tenía armas de fuego, por lo tanto no hubo disparos como en un principio se informa, acusa al gobernado del estado, Sr. Zuno, de ser directamente él quien ordenó la detención del rector del Seminario, quien hasta el momento de este documento no había obtenido su libertad así como tampoco muchos de los estudiantes