La mujer y la nueva libertad

Se trata de la plática que sostuvo el autor con una mujer extranjera en el café "Sanborns." Al caballero le preocupa que el fin del hombre esté muy próximo, ya que las mujeres se han adueñado de muchos campos que anteriormente le pertenecían exclusivamente a los hombres; por lo tanto asegura que el fin del hombre se encuentra a la vuelta de la esquina. La dama le responde que sus observaciones son acertadas. Sin embargo le aclara que el hombre no está por desaparecer como él lo asegura, el problema radica en que los hombres se han olvidado de cómo serlo y por ello las mujeres ya no les encuentran ningún atractivo. Asimismo, en asuntos del corazón se han vuelto muy simplistas. Él argumenta en su favor es que en la actualidad los caballeros gastan mucho en su arreglo personal; ella le replica que ese no es el punto, ya que a partir de la Primera Guerra Mundial la mujer ha logrado ganar su independencia, se dio cuenta que puede salir adelante ella sola sin la necesidad de tener un hombre a su lado. El autor piensa que este desarrollo se debe haber iniciado en 1905 en los países anglosajones; sin embargo su amiga piensa que son procesos diferentes y da las cifras de las mujeres que ocupan puestos profesionales, como abogados, ingenieros, civiles, entre muchos otros. Pero todo el problema proviene de la incapacidad del hombre para conocer el alma de la mujer; para reforzar esto, cita unos párrafos de la escritora holandesa Annie Salomón, cuyo libro se titula Recuerdos de una mujer independiente. Finalmente se asegura que se está viviendo una nueva etapa dentro del feminismo, ya que ahora se busca que las mujeres sean fuertes, que tengan anhelos y obviamente necesitan de los hombres ya que es inconcebible que ellos desaparezcan